11 julio 2010

AÑO NEUTRO

Me levanto cada día y al abrir los ojos estoy donde siempre, las mismas cuatro paredes se repiten una y otra vez. Me siento presa en una casa donde se me prohíbe fumar, donde no puedo ser quién soy, donde tengo que comer.
Estoy atada con esposas invisibles pero consistentes a mis sentimientos cargando un corazón tan pesado y frágil que se rompe y se reconstruye solo.

Tengo que recoger mi cuarto, ordenar la ropa, guardar las fotos a la memoria, secarme el pelo, arreglarme para el gran partido (La Roja, podemos!!;) y sin embargo estoy aquí hipnotizada por las letras, por las luces de la pantalla de mi portátil, no me siento capaz de hacer nada. La música no para de sonar, y mi mundo se ha parado. Los minutos avanzan y sin embargo yo sigo igual. Entonces… el mundo sigue y yo me he bloqueado. ¿Dónde tendré la tecla de desbloquear? Ojalá fuera tan fácil.

La rutina me consume, me puede. La odio.

Por eso mismo tengo que marchar de casa, no podría soportar otro año aquí. Aquí pasé el mejor año de mi vida y seguidamente el peor, terminando en el año neutro. No soportaría otro año neutro, no quiero.

Nunca olvidaré esa etapa, la época de mi vida en que empecé a salir, la época en que pesaba 45kilos y medía 1’66, la época cuando lo conocí. Me sentía feliz, no desayunaba, no merendaba, no cenaba. Tan solo comía en el cole y porque era obligatorio, comía poco y hacía cada día ejercicio. Era guapa, era lista y sacaba las mejores notas en la escuela, tampoco tenía problemas de dinero. Me lo pasaba genial en la clase, muchos se querían sentar a mi lado y a pesar de los constantes avisos por parte de mis profesores para que me callará y los puntos negativos que acumulé todos me consideraban buena alumna. Era genial.

Lo único que no sabía era que poco a poco iba a coger anorexia. No sabía ni que era, recuerdo (y como no recordarlo) que ÉL una vez me contó que tenía una amiga que sufría bulímia y que vomitaba todo, incluso se cortaba. Yo sonreí mirándolo y le contesté, ¿Como alguien es capaz de hacerse tanto daño a si mismo? Yo nunca me cortaría, y encima odio vomitar. Era verdad, siempre hasta ahora lo odiaba, tenía temor a ello, me daba pánico.

Sabéis aquello de…nunca, digas nunca. No? Pues eso.

Pasó un año, y al año siguiente sin darme cuenta todo cambió. Ya no era tan divertida, me ponía de mal humor en seguida. Había engordado y decidí no comer. Siempre pensé que mi anorexia empezó ese día, con esa decisión pero la verdad es que no fue así.

Esto me trajo consecuencias, me trajo dolor, me trajo estrías, dolor de garganta por los constantes vómitos (eran cada día, sin excepción), me trajo incontables cicatrices en el brazo y en las piernas, me trajo atracones que nunca antes habría podido imaginar y me trajo lágrimas, las lágrimas que no se habían presentado el año anterior.
Me trajo desmayos en los gimnasios y fatiga constante. Nada es para siempre.
Pasé del mejor año de mi vida (nunca lo olvidaré) al peor año de mi vida. Aún recuerdo las noches que me pasaba llorando, los ataques de rabia que sufría por dentro y los sacaba a fuera mediante la gillette. Recuerdo que ya no lo veía tanto y pensaba, de verdad pensaba que era porque estaba gorda. No se porque siempre en la vida pensé que lo estaba. Y aún sigo pensando que lo estoy, aunque esta vez se que es verdad.

Aún sigo sin saber, porque ese cambio. Por que decidí no comer. Por que empecé a vomitar, no puedo recordar la primera vez que me corté, ni porque.

Solo sé que pensaba que tenía el control, que estúpida ¿Si no me se controlar ni cuando bebo, como podía llegar a pensar que tenía controlado esto? Me venía grande.

Un día me decepcioné, las cosas no salieron como lo planee y me encerré en la habitación, lloré hasta que agoté todas las lágrimas que habían en mi cabeza, hasta que el dolor de cabeza fue tan fuerte que me dormí. Lloré cortándome, recuerdo mi jersey nuevo blanco como el papel que pronto fue adquiriendo color rojo. Me fui cortando todo el brazo y de repente me arrepentí. Lo primero que pensé fue en mis padres, ¿cómo me taparía eso? Llené las libretas de Física de sangre, pañuelos y pañuelos rojos caían por el suelo y es que estaba tan defraudada que ni me importó. Rompí mi collar y insulté a mis padres, gritándoles y diciéndoles que me dejaran en paz. Pensé en ÉL. ¿Por qué no podía pensar antes en mi que en él? Es el primero que me viene en la cabeza cuando hago estupideces, sueño en que me muero y me intrigo por su reacción al respecto.
En fin, pleno verano y en camiseta larga con muñequeras.

Ahora pasado otro año, un día me siento como me sentí en aquel año tan feliz de mi vida y al día siguiente siento que vivo el peor día de mi vida. Este año no es ni bueno, ni malo. Simplemente no es. Es neutro.

Volviendo a mi presente…
Ayer no lo busqué, tampoco lo encontré.

Por la noche salí con mis amigas y los vi, a todos menos a él. Vi a mi ex que a estas alturas todavía me sigue insistiendo para follar, (JÁ ¡lo lleva claro!) No lo haré jamás con él, y él lo sabe. Vi a mi amor platónico (tan guapo él) haciéndome repasones como solo él sabe hacerlos. Finalmente vi a aquel chico tímido pero que está realmente bueno y siempre que nos vemos intercambiamos miradas.

Entonces mientras bebía cerveza de la botella como un camionero y los tíos de la mesa de al lado no paraban de mirar me vino a la mente, pensé en si “él” estaría allí y al instante me encontré con su amigo, me dijo que efectivamente él estaba por ahí con la novia. No lo vi.

En parte me alegro, iba con faldilla enseñando mis gordísimas piernas (la parte del cuerpo que mas odio de mi) y una camiseta que me obligó a mantener la barriga para adentro todo el rato que estuvimos allí! Bien estrecha, haciéndome recordar todo el rato que no soy perfecta, que cometo errores, ¡eso me pasa por cenar!

Si no hubiese cenado…no habría tenido dolor de barriga, no tendría remordimientos por dentro. Estaría bien.
Y es que toda nuestra vida se basa en nuestras decisiones, esas casi imperceptibles, decisiones continuas que nos conducen al día de mañana, que ayer nos llevaron al día de hoy.Los actos de hoy, serán las consecuencias del mañana” Mañana será así por hoy. Comes hoy, engordas mañana. Bebes hoy, resaca mañana. Estudias hoy, apruebas mañana. Te cortas hoy, cicatriz mañana.



2 comentarios:

  1. Hola
    wow..muy fuerte eso que escribes, & muy cierto..
    Nunca digas nunca u.u

    te sigo

    ResponderEliminar
  2. las consecuencias de causa y efecto, sí, lo conozco muy bien...;)
    Bueno linda, lucha para qaue este año, no mañana, ni pasado, pero dentro de un mes, o dos o tres, puedas decir este va a ser un gran año, porque siempre es mejorable, y el que viene puede ser mejor, nunca el mejor es el pasado, siempre hay cosas buenas por venir.Lucha por tus objetivos, verás que cuando lo consigas te verás mucho mejor que ahora, si españa ha ganado el mundial, tú por qué no? jeje así que podemos!!! tú puedes!!! venga mucho ánimo y un besito linda

    ResponderEliminar

¿Quién dijo qué?